Prepárate para las curvas. Imagínate cómo estoy viviendo estos días que llevaba cuatro posts equivocándome con el mes en el título y no me había dado ni cuenta. O como le decía hoy a un compañero, ojalá esto de la agilidad fuera de verdad algo de software. Bits! Procesadores! Cosas predecibles! Pero, como no me canso de repetir, nada más lejos de la realidad.

En estos días estoy viviendo muchos momentos. Unos minan mi moral, ya sea por difíciles o repetitivos. Otros me hinchan de ilusión. Otros no sé por dónde pillarlos. Cosas que me llenaban de ilusión, al sentir el “sentimiento de urgencia” (motivo repetido y repetido en cantidad de literatura pero que, por cercanía al momento actual, podría venir del Acelerar de Kotter), las fuerzo y casi las rompo, aflorando en mí un sentimiento de culpa enorme.

La cuestión es que es un reto vital, si te tomas esto en serio (la “transformación” ágil o la vida, como quieras entender mis palabras) y los altibajos, en momentos de gran energía, también son grandes.

He decidido sonreír y saborear los buenos, y aprender de los menos buenos, porque, por el momento, el balance es positivo de largo. Eso sí, mi consejo de hoy, si vas a poner concentración y energía, prepárate para trabajar arduo en el plano emocional.