Es un comentario que bien vale para muchas situaciones con resultados mayormente positivos, pero ahora hablo del alma.

La agilidad, y lo digo desde mi postura de completo ateo, tiene algo de fe, por mucho que frameworks como Scrum se declaren eminentemente empíricos. ¿Por qué va a funcionar esto mejor que aquello? Y en muchos casos, el racional de que ha funcionado en muchos otros sitios no sirve. Hay que saltar.

Así que, a ti, pionero, te toca saltar el primero. Desnudo y con una sonrisa. Derribando las barreras supuestas (que muchas realmente no existen) y con honestidad arrolladora. Va a doler, pero lo vas a disfrutar.

Y recuerda: no puedes gustar a todo el mundo, no eres una croqueta.