Siempre hay que empezar por algún sitio. Siempre hay alguien que comienza el cambio. Y siempre es bueno que el cambio sea visible, para que la mancha de aceite siga su curso.

Uno de los pilares de la agilidad son los equipos extraordinarios. Construir alrededor de gente altamente motivada. Y eso es, en parte, gente que se lo pasa bien, que disfruta trabajando. Hay mucha literatura al respecto de cómo lo primero que una persona necesita en el trabajo es un entorno psicológicamente seguro. Ahora bien, los agravios comparativos están a la orden del día y no todos los de tu alrededor pueden sentirse así.

Así que, la agilidad molesta. Mi recomendación: humanistas en el equipo. Sociólogos, psicólogos, antropólogos pueden ser tus nuevos mejores amigos.