Permitidme ese “tu” en el asunto, no tanto para darle la propiedad a nadie, sino para comparar con la de otras compañías. Me explico:

Llevamos puesta tanta energía… Momentos altos, momentos bajos. Caídas en soledad, levantamientos en equipo. Y la cuestión es que el asunto va tomando velocidad. Hoy hemos incorporado al grupo a un Scrum Master reputado y con experiencia, que pueda ayudar a los equipos a seguir buscando su excelencia, mientras los “pioneros” podemos dedicarnos a luchas otras batallas necesarias.

Es una persona de mi confianza, con la que ya había trabajado, con lo que es una apuesta segura pero, como siempre me gusta hacer, días atrás nos reunimos para charlar sobre el tema y asegurarnos que la colaboración sería un win-win. No me considero un gran vendedor, pero parece que le convencí de que la semilla que hemos sembrado aquí puede convertirse en un árbol brutal.

Primer día vencido. A última hora le pedía 10 minutos de puesta en común de sensaciones. Subidón. Vivirlo es aún mejor de lo que le había “vendido”. Mi consejo: mucha gente te va a decir que así no, que no se puede, que no se está haciendo bien. Efectivamente, vas a hacer un montón de cosas mal y alguna muy mal. Pero permítete el beneficio de la duda. Si todo a tu alrededor huele a algo muy bueno, seguramente estás metido en algo muy bueno.